Hay ocasiones en que pensamos que eso de "ser realmente feliz" no es cierto, que no existe, que si acaso sólo hay momentos buenos pero que es "normal" vivir con insatisfacciones y frustraciones.  Lo que realmente nos sucede, creo, es que nos da miedo enfrentar nuestra realidad, darnos cuenta que hay cosas que necesitan ser vistas, sanadas y liberadas, para llenarnos de ganas de vivir y de formas de disfrutar nuestros días.  Y creo también, que a todos nos llega un momento en la vida en que NO PODEMOS SEGUIR NEGANDO que necesitamos algo más, un momento en que sabemos que la manera en cómo hemos hecho las cosas hasta hoy, no nos han funcionado... ese momento es aquél que puede permitirte dar ese "salto cuántico" y empezar a vivir una realidad que no habías imaginado que pudiera existir para ti. En algún artículo he escrito.. "VIVIR es para valientes", y creo firmemente en que el día que DECIDIMOS con humildad y fe, desde el fond

Hoy desperté con unas ganas enormes de preguntártelo, con la emoción a flor de piel como en los Días de Reyes de mi infancia. Hace ya algunos días que estuve perdida sintiendo que todo me estaba fallando, que yo me estaba fallando a mi misma dejando que la tristeza y la desesperación me invadieran y me tiraran literalmente en la cama sin fuerzas para seguir. Pero como siempre que he estado así, ahí estabas tú, velando mi sueño y esperando a que mi corazón dejara de quejarse para sonreírme tranquilamente y ayudarme a levantar.   Así que después de mi desasosiego y de todas las dudas danzando en mi mente,   se aclaró la niebla y pude sentirte de nuevo, pude sentir tu mano en la mía y escucharte diciéndome –todo está bien- y yo te creo. ¿Qué tienes para mi , querido Universo, este día? Estoy dispuesta y llena de emoción para recibirlo, no le hagas caso a mis cuestionamientos y a mis prisas. Ya me conoces cómo estoy de loca. Aquí estoy, emocionada como niña esperando tus

Cuando te encuentras en una encrucijada, pareciera que tu mente está en un lugar donde nunca antes habías estado. Las dudas te llenan el corazón y no puedes definir hacia dónde ir y, casi siempre, no saber a ciencia cierta qué es lo mejor, cuál es la decisión correcta duele y mucho, además de que la incertidumbre puede acabar con tu tranquilidad y tu energía más rápido de lo que piensas. Es en estos momentos donde el silencio y el encuentro contigo se hace inminente, pues dejarte llevar por la desesperación sólo genera más desesperación en tu vida.   Es el momento de agendar una “cita contigo”, de darte el tiempo y el espacio para ahondar en lo más profundo de tu corazón y hacerte una sencilla pregunta ¿qué me haría feliz?... La respuesta que venga a tu mente, es la decisión correcta. No importa que parezca ilógica, no importa que los “demás” puedan cuestionarla, no importa que te de miedo por no saber qué va a pasar…sólo importa que le hagas caso a tu corazón y te llen

A todos nos ha pasado, estoy segura, que quisiéramos que nuestra vida fuera diferente, que un día como por arte de magia todo cambiara, que tuviéramos esa vida que siempre hemos deseado, que alguien nos salvara del aburrimiento y la insatisfacción en la que nos encontramos. De repente esa idea de una lámpara con un genio nos llega y deseamos con todas las fuerzas que fuera verdad su existencia. Sin embargo, nos damos cuenta, con el tiempo, que nada de eso sucederá, que nada cambia y no sabemos qué hacer. Alguna vez yo me encontré así y llegó a mis manos un artículo donde me decían claramente, si quieres que algo cambie, empieza por cambiar tu desde dentro. El ejemplo que me daban era el de una semilla que para florecer, debía sembrarse y germinar de dentro hacia fuera y poco a poco ir creciendo y saliendo a la luz. En ese momento, me quedó claro que algo debía hacer para cambiar mi vida, y ese algo era cambiar mi manera de hacer las cosas y de ver mi realidad y a mi misma.

¡Siempre es buen momento para empezar! Como diría el Dr. Miguel Ruiz , nuestra vida está basada en acuerdos. Y en   su obra “Los Cuatro Acuerdos ” se refiere a que desde pequeños “acordamos”, es decir: aceptamos como cierto todo lo que nuestros mayores nos dijeron que estaba bien o que estaba mal.   Como hermosos pequeños que éramos, no tuvimos nunca la curiosidad de cuestionarnos si realmente queríamos actuar y pensar de esa manera, simplemente nos dejamos llevar porque era necesario para ser aceptados en la sociedad, que en esa época era nuestra familia y la escuela principalmente. Y así pasaron los años… y con los años se nos olvidó que era nuestra responsabilidad como adultos replantear nuestras creencias, nuestros límites, con base en lo que ahora queremos y necesitamos para ser felices.   Eso nadie nos lo dijo. Pero la excelente noticia es que siempre es buen momento para empezar; ya conocemos la frase que dice “si quieres obtener resultados diferentes,